Con las últimas lluvias las malas hierbas afloran en los cultivos de cereal. Para poder combatirlas hay que realizar tratamientos con herbicidas autorizados evitando los días de viento y de bajas temperaturas.

Por lo general germinan en primavera completando su ciclo vegetativo durante el resto del año, poseen gran capacidad de propagación y en condiciones climatológicas favorables son muy invasoras, pudiendo ocasionar importantes daños en la producción de los cultivos con los que compiten.

Cuando la densidad de plantas de malas hierbas es medianamente elevada es recomendable realizar un tratamiento químico con un herbicida autorizado aplicándolo siempre en días sin viento para evitar la deriva del producto hacia otros cultivos y en días de bajas temperaturas en los que el cultivo es más vulnerable.

Durante las primeras fases de su desarrollo vegetal los cereales son especialmente sensibles a la competencia de las malas hierbas, por lo que es recomendable realizar los tratamientos en post-emergencia del cultivo en los estados de desarrollo temprano de la mala hierba.

La metribuzina y el tribenuron metil son ejemplos de materias activas que controlan algunas de las especies más comunes de malas hierbas.